25/11/12

Ashyra

El otro día ya hice una pequeña introducción histórica del Vashora ga q'Delvar, los Mitos selenitas. Hoy quiero hablaros un poco de la lengua en la que está escrito.

El nombre ya es de por sí controvertido. Muchos estudiosos deciden llamarlo como sus mismos hablantes: q'Delva o, hispanizado (más mal que bien), quedelva. Pero la palabra que usaban ellos para referirse a su idioma era ashyra, que también significaba "elocuencia" y venía precisamente del verbo ashyr, "recitar, pronunciar un discurso", en contraposición al habla común que era draja.

La evidente falta de registros orales y su escritura ideográfica, como la de Mu, hace complicado que podamos hablar con certeza de cómo sonaba el ashyra. Las transcripciones de Teódulo son fiables hasta cierto punto dado que él probablemente lo oyó de fuentes terciarias, de los pocos sabios de Mu que pudo encontrar y aún lo conocían. De modo que a pesar de ser una información muy valiosa a este respecto, hay que tomársela con cuidado.

Por hacer un resumen sucinto de lo que se sabe podemos hablar del modelo de transcripción que usamos nosotros.

Se sospecha que las vocales del selenita eran siete: a, e, i, o, u, y y ae. La distinción de i e y está bastante confirmada porque Teódulo las transcribe respectivamente ι y υ de forma muy constante. Mas dudas despierta entre los estudiosos la existencia de ae como una vocal independiente y no como una variante de a que Teódulo transcribía como αι. De cualquier forma en esta casa se siguen los argumentos de Mills en su Reconstructed Grammar of the q'Delva Language y se considera ae como vocal independiente.

Se sabe que tenía al menos tres oclusivas: b, d y g. La opinión mayoritaria hoy en día es que solo existían esas tres a pesar de que Teódulo usaba indistintamente los grafemas que representaban oclusiva sorda, sonora o aspirada (por ejemplo para b usaba por igual β, π y φ). Como se piensa que no distinguían el rasgo de sonoridad a nivel significativo sino de alófonos y por tanto cada una se representa con un solo grafema. Otros estudiosos más conservadores podrían utilizar, por ejemplo, también p y ph para representar b dependiendo de la palabra, pero ya no es frecuente.

Es en las africadas, líquidas y nasales donde está el meollo consonántico del ashyra. En cuanto a las fricativas tiene cinco: f, v, s, sh y j.. Como decimos, esto no está claro. Teódulo transcribía f como φ, pero sabemos que no es una b porque se usaba de forma constante en las mismas palabras, al contrario que las grafías alternativas de b. Se entiende j como sonidos distintos a y e i aunque se usaban los mismos grafemas griegos porque la mayoría de las veces está claro que son consonantes. Para v nuestro sabio usaba la digamma (ϝ), por lo que en principio no cabe confusión con otro sonido, aunque algunos estudiosos prefieren transcribirla como w. Respecto a sh otros la transcriben como z pues Teódulo lo hacía como ζ. Algunos quieren incluir en el cómputo la h, pero Mills tiene sus dudas y yo las comparto, solo aparecería a principio de palabra donde Teódulo usa el espíritu áspero, cosa que podía deberse a variaciones alofónicas.

Las líquidas son l y r, evidentemente transcritas como λ y ρ. No son infrecuentes en posición final, pueden actuar como semiconsonante (especialmente la r y especialmente tras d) y la l puede geminarse. Existe quizá otro sonido a veces transcrito como rr, rh o r' que viene de la transcripción en griego de rod con espíritu áspero (). Es probable que sí sea un sonido independiente, pero uno arcaico, ya que sus únicos y escasos ejemplos se dan en nombres propios y de familia.

Las nasales son m y n, siengo la segunda extremadamente común tanto en posición pre como post nuclear. Ambas pueden geminarse. En general no presentan más problemas.

Y para terminar vamos a hablar del hermanito feo: q'. Teódulo se muestra intrigado por la naturaleza de este sonido y lo describe como "un chasquido del final de la lengua contra la garganta". Esto y su posición solo a principio de palabra hace pensar a muchos que no se trataba de un sonido pulmónico, sino de un click o chasquido, probablemente palatal ([ǂ]). Teódulo se limita a marcarla como una kappa (κ).

Y como ya os he dado mucho la murga con esto de los sonidos, antes de terminar por ahora vamos a ver un poco de gramática. Tomemos la frase con la que terminé la entrada anterior. Su glosa (con la escritura "original" en griego, pero sin fonética, claro) sería así:

Τα ὐναι λαν ζαφουραυ μο ϝαζα ὀυϝυσαλλαϝευ.
Da ynae lan shafuray mo vasha uvysallavey.
pero tiempo.atrás esto(fórico) haber.ocurrido-pret.-suj.3ªp.neu.común-tratamiento.neutro y/luego persona/gente/pueblo-nular recordar-[pres.]-suj.3ªp.activo.nular-tratamiento.neutro
Pero eso ocurrió hace mucho tiempo y ya nadie lo recuerda.

Lo primero que cabe destacar es que el sistema de desinencias del selenita solo puede describirse como barroco. Aunque solo posee una desinencia para el presente y otra para el pretérito, otras marcan la persona, género y número tanto del sujeto como del objeto. Además una cuarta desinencia marca el nivel de deferencia del hablante hacia el oyente, en nuestro caso la más frecuente será la neutra -y, propia de textos literarios, pero las hay a montones. El aspecto (si el verbo es perfectivo o no (ocurrir/haber ocurrido)), se marca por cambios en la raíz verbal. Así en este caso shaf es la raíz perfectiva de la imperfectiva siva, por desgracia estos cambios son bastante irregulares.

Podemos diseccionar el segundo verbo en uvys-[e]-alla-ave-y. Uvys es la raíz imperfectiva, alla y ave son de sujeto y objeto respectivamente. Al estar ave (neutro de tercera persona) puede entenderse un objeto elidido que traducimos por lo. La desinencia de presente es -e-, que suele perderse entre vocal y consonante o viceversa, como es el caso.

Hablando de casos, un par de notas sobre flexión verbal. Existen dos números: común y nular; el común se usa cuando hay un número cualquiera de elementos y el nular cuando no hay ninguno. De esta forma las oraciones negativas se construyen simplemente con un sujeto en nular como ese el caso de vasha uvysallavey donde va-sha tiene su raíz va ("persona") con la marca de nular sha, con lo que se entiende el verbo como nadie recordar.

Pero existen tres géneros: neutro, activo y pasivo. Hay quien relaciona los dos últimos con el masculino y el femenino, aunque no se corresponden realmente; una persona o un animal por norma siempre es activo, mientras que cosas como el suelo es pasiva (se camina sobre él). Aunque eso es una excepción porque la norma es que los inanimados sean neutros.

El caso es casi inexistente. Solo se da en un número limitado de nombres arcaicos (o fuertes). Y en ese caso solo hay dos casos: directo (para sujeto y objeto directo) y oblico (para todo lo demás). Va (persona, pueblo) es un nombre fuerte: por eso cuando se dice "pueblo de la Luna" sin más dices q'Delva, pero cuando dices "del pueblo de la Luna" dices ga q'Delvar. La -r, como habréis adivinado, es la marca de oblicuo.

En fin, ya os he soltado suficiente ladrillo por ahora. Quizá demasiado para una primera aproximación. Nos vemos en la próxima viendo por fin el texto de verdad del Vashora ga q'Delvar.

21/11/12

Vashora ga q'Delvar

Últimamente he estado releyendo el Vashora ga q'Delvar o Canto de los quedelva o Mitos selenitas. Es una lectura fascinante, un largo poema épico que cuenta la historia de una civilización más antigua que Mu o Atlantis; de su gloria, sus errores y su inevitable caída.

Mi traducción es la realizada por Frank J. Ross en el 53, de las que he leído la encuentro la más fiel y muchos más entendidos que yo en el tema concuerdan. Es de las pocas que se basan directamente en las fuentes del idioma de los q'delva más que en otras fuentes secundarias. Mi edición del 67, comprada en una librería de viejo, tiene en las páginas pares el texto en el selenita original y en las impares la traducción en prosa.

Esto me llevó a otras lecturas, especialmente Gramática reconstruida del quedelva (Mills, 1938); Sobre los pueblos de la Luna (Puertas-Rodríguez, 1894), y Relación sucinta de las culturas preatlanteanas (Anónimo (probablemente de R. Carter), 1923).

Poco a poco incluso llegué a aprender algo de la lengua de los quedelva. Aun cubierta por el polvo de lo siglos, sigue sonando con fuerza y mantiene sus extraños matices, como corresponde a una lengua que no es humana.

Durante mucho tiempo estuvo perdida como las gentes que la habían hablado. Los eruditos de la antigua Lemuria la cultivaron como una lengua culta hasta que su civilización también se perdió mucho después. Entonces solo nos quedaron referencias de los griegos que habían tenido acceso a textos de Mu, pocos de los cuales conocían realmente la lengua de lo q'delva. Es en el periodo helenístico cuando la órbita de la civilización griega llega a la India y Egipto y allí entra en contacto con restos más importantes de los lemurios. Teódulo de Milos, que vivió bajo el reinado de Ptolomeo, es una figura vital en los estudios de los selenitas. Él reunió muchos textos que habían sobrevivido al imperio de Mu en el África Oriental (pero por desgracia no lo hicieron al incendio de la biblioteca de Alejandría) y se dedicó intensivamente a recoger notas filológicas de los fragmentos que había recuperado del Vashora ga q'Delvar y otros textos en selenita, y a crear un preciso sistema de transliteración al alfabeto griego. No fue hasta finales del siglo XIX que las excavaciones de ruinas lemurias de Irak reveló un hallazgo totalmente inesperado y afortunado: unas tablillas que contenían una versión completa del Canto de los selenitas en q'delva y lemurio. Esta suerte de piedra roseta fue una crucial para el entendimiento de su lengua y literatura.

Pero me estoy alargando en detalles. Mi intención es reescribir algunos de sus más brillantes pasajes o al menos los que más me gusten, en prosa, intentando mantener sus matices y su curiosa forma de narrar. Por supuesto no será completo porque como digo solo se tratará de algunos pasajes y resumidos, pues los cincuenta y dos cantos del poema son demasiado, la verdad. Probablemente no dude en asaetearlo con notas sobre la lengua y cultura de estas gentes, que espero que también sean interesantes.

Da ynae lan shafuray mo vasha uvysallavey («Pero eso ocurrió hace mucho tiempo y ya nadie lo recuerda»).

14/11/12

Epístola a Lucifer 2012

Querido Santa Satanás, Señor de las Tinieblas, Príncipe de las Legiones de los Condenados, Adversario de la Verdad y de la Belleza, Archiduque de los Siete Círculos del Infierno, Bestia a la que llaman Dragón y Traedor del Armagedón, salud.

Este año, como el pasado, he sido muy malo. Pero, ¿qué te voy a contar a ti, que probablemente lo has visto todo desde las profundidades del Averno, regocijándote con mis vilezas e impiedades? Pero por decirte algo, egoísmo no me ha faltado: hiciste un buen trabajo mandándome casi todo lo que te pedí el año pasado por medio de tus ínfimas servidoras, que no obstante fueron una útil herramienta. Gracias y eso.

Pero este año quiero más cosas. ¡Más! Ahí va una lista:

  • Una copia de Ablaneda impresa como el año pasado me trajiste GPyM. Y, si fuera posible, que incluyese el suplemento Hechiceros de Ablaneda, aunque quizá es demasiado pedir.
  • El cómic Maus. Tengo ganas de leer ese cómic y seguro que en la FNAC lo tienen. Podría descargármelo, pero ya que estamos de fiestas aprovecho y me lo regalas. :D
  • Discordia en la Tierra.
  • Por no faltar a mi gusto por los clásicos estaría bien una edición crítica de Las novelas ejemplares o Ocho entremeses y tres comedias de Cervantes. Por cierto, ¿cómo le va al manco por esos lares?
  • La perdición de mis enemigos. Entre ellos ese hombre que pasa por las mañanas en su furgoneta anunciándose a grito pela'o.
  • Sacapuntas. Uno o dos no me vendrían mal. Pero que sean bonitos.

Y eso es todo este año, que no está la cosa para pedir más. Ropa ya sé que me mandarás de todas formas porque te gusta fastidiar. Si quieres almas, pide por esa boquita, que será por inmigrantes y políticos.

Ya te volveré a escribir el año que viene cuando te necesite. Nos vemos algún día de estos en tus Ardientes Dominios.

Atentamente: Kha.