23/3/12

Pack to the Future! - 12


Parecía que a Jaime ya nada podía sorprenderle. Puede que Villacorazón estuviese vigilada por grandes monos araña albinos de seis brazos que portaban lanzas. Puede que estuviese totalmente enfocascada de púrpura, como las ropas de sus habitantes, los elfos sanguíneos, pequeños y alegres, siempre con sus calzoncillos rojos en la cabeza. Puede que su principal industria fuesen los casinos donde los aerófagos grises iban a gastarse el dinero que ganaban en las minas de viento de los Pulmones. Puede que nadie hubiese podido evitar mirarle a su paso por la villa... pero a él ya no le parecía tan raro.

Tras una jornada de camino, Jaime estaba cansado y necesitaría provisiones para proseguir el camino, de forma que buscó el local más barato del multiverso conocido como 'albergue' o 'posada de aventureros'. Ni siquiera miró el nombre de aquella en la que entró; se acercó a una de las mesas peor iluminadas, dejó sus armas en la silla junto a él y se sentó.

Mientras esperaba que con suerte alguien le atendiera, prestaba atención a los murmullos del resto de parroquianos, que poco a poco fue convirtiéndose en uno solo más alto que además trataba sobre él.

«Mirad, es un humano». «Hace siglos que no se ve un humano por aquí». «¿Es un clérigo?». «Lleva una maza y un escudo».

Jaime miró a sus armas al oír eso.

«Y va de blanco». «¡Lleva el símbolo sagrado!».

Jaime se miró a sí mismo, se llevó una mano a la cara y pensó para sí. Mierda, soy un clérigo.

«¿Pero qué son esas cosas que vuelan a su alrededor?». «¡Espíritus malignos!». «¿Por qué iba a ir un clérigo humano con espíritus malignos». «A lo mejor no es un clérigo, ¿y si quiere engañarnos?».

Jaime se sobresaltó.

 «¿Nos engaña haciéndose pasar por humano?». «¡Blasfemia!». «¡Es un clérigo blasfemo». «¡Matadlo!».

El supuesto clérigo blasfemo se levantó y se volvió para ver que muchos de los parroquianos —monos araña, elfos sanguíneos y aerófagos por igual— se habían levantado e iban a por él, furiosos.

—Caballeros —los tranquilizó—, no será necesario que...

Entonces fue como si el espaciotiempo titilara mientras se oía un molesto sonido. La turba furiosa, ahora asustada, empezó a mirar a su alrededor mientras parecía que todo iba a venirse abajo.

—Ah, perdón —se disculpó Jaime buscándose en el bolsillo—. Le pasa todo el rato, maldito trasto...

Sacó su blackberry, le dio un par de golpes contra la mesa y el temblor cesó tan pronto como había llegado. La turba asustada pasó a ser una turba sumisa que se arrojó al unísono al suelo, humillándose ante Jaime.

—Eh, que tampoco es para tanto...

—Mi buen señor —llamó su atención un viejo elfo sanguíneo que se había alzado con su bastón y ahora se acercaba a él con paso vacilante—, en mis cuatrocientos años de vida jamás había visto milagro semejante. ¿Sois en verdad un enviado del Señor Todopoderoso, creador del mundo, señor del sol? ¿Aquel al que las escrituras llaman Javier?

—¿Javier? —preguntó Jaime.

—Ciertamente, el nombre único y verdadero. Hace siglos que todos los herejes jaimitas fueron desmembrados, eviscerados y sus restos quemados públicamente.

—... Claro que soy enviado de Javier. Os estaba poniendo a prueba y la habéis superado —respondió Jaime intentando darse aires de grandeza. Dejó escapar una risa falsa mientras se preguntaba cómo salir de ahí lo antes posible.

—¿Y cómo habríamos de llamaros, oh, poderoso campeón? —siguió inquiriendo el viejo.

—J... —Se lo pensó mejor y puso la mejor pose que pudo—. Podéis llamarme Clérigo.

—¡Cuán apropiado!

—¿A que sí?

—Entonces, buen Clérigo, ¿podréis decirme si son ciertas las leyendas de que los enviados del gran Javier tienen el don de la curación? Cuentan que solo imponiendo las manos sobre alguien podían curar cualquier mal, como los achaques de este pobre viejo.

—Erm... claro, por supuesto, ¿por qué no?

—¿Entonces podríais...?

Jaime miró a los lados. Sol y Luna se encogieron de hombros. La multitud estaba expectante.  El anciano esperaba con la cabeza gacha, sujetando su bastón con ambas manos.

El clérigo tragó saliva, puso las manos sobre la cabeza del elfo sanguíneo y se concentró. Apretó con fuerza sus entrañas intentando canalizar algo, lo que fuera, y deseando no peerse.

Entonces sus manos empezaron a brillar, el universo volvió a temblar y el brillo se transmitió al anciano.

Cuando todo acabó, el viejo catricentenario levantó la cabeza lentamente y mirando a Jaime... gritó con alegría, arrojó el bastón y empezó a hacer cabriolas. Salió de la posada por una ventana haciendo un salto moral hacia atrás y se le vio correr en dirección al prostíbulo más cercano. No se volvió a saber de él.

Mientras Jaime se entretenía mirando las impresionantes acrobacias del señor, todos los demás se habían levantado y avanzaban hacia él rogándole que los curasen de las dolencias más nimias.

Antes de que lo aplastasen, el Clérigo se zafó y saltó por la misma ventana que el anciano, y huyó por la calle hacia un alto edificio que tenía un sol esculpido en la fachada. En aquel momento le pareció un buen lugar.

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Ahí van las reglas para los despisdados:
  1. Yo voy a ir publicando una serie.
  2. Esa serie irá por capítulos de alrededor de no más de 1000 palabras de extensión.
  3. Vosotros tenéis libertad para hacer sugerencias para el próximo capítulo en los comentarios, las tendré todas en cuenta, aunque me reservo qué hacer con ellas.
  4. La única excepción es la primera que reciba, que aparecerá sí o sí en el próximo capítulo. Pase lo que pase.
  5. Conste que digo «primera sugerencia» y no «primer comentario». Cosas como «para ya de escribir, que das vergüenza ajena» y otras de vuestras muestras de entusiasmo espontáneo y/o odio, no cuentan.
  6. Además en un comentario puede haber más de una sugerencia. Si no están íntimamente ligadas, solo la primera cuenta como primera sugerencia. Por ejemplo «quiero que Pepito se burle de Juanito y que Juanito se vengue horriblemente» son dos sugerencias íntimamente relacionadas; «quiero que Pepito se burle Juanito y después vuelva a su planeta en una nave espacial», en principio no.
  7. Hay que leerlo todo con unos calzoncillos en la cabeza. Yo lo escribiré solo cuando las estrellas estén alineadas.

20/3/12

Pack to the Future! - 11

—¡Despierta, pringado!

Jaime notaba una presencia sobre su cara. Lo primero que vio al abrir los ojos fue una especie de manchón blanco que intentó sacudirse con la mano.

—¡Eh, más cuidado, idiota!

Fue entonces cuando se dio cuenta de que la que gritaba era Sol y se sintió estúpido por no haberlo deducido antes. Llevaba un corto vestidito blanco sin mangas y con falda hasta los muslos, y había evadido su manotazo con las alas de libélula que ahora tenía por alguna razón. Junto a ella estaba Luna, con un vestido más largo, casi un camisón y su esfera agarrada como siempre.

Eso fue lo primero que llegó a sus sentidos. Lo segundo fue el olor de la hierba y el calor del sol. Se incorporó en el prado en el que estaba tumbado y un ruido de cacharros le hizo mirar su propio cuerpo: aunque llevaba la misma camiseta blanca y los vaqueros que hasta entonces, sobre ellos había aparecido una armadura ligera: hombreras, un casco que le quitaba algo de visión periférica, faldaje, grebas y un peto con un enorme sol amarillo pintado. No muy lejos de él había una maza y un escudo redondo que tenía el mismo símbolo.

—¿Dónde estoy? —alcanzó a preguntar quitándose el yelmo.

—Dentro de tu propio cuerpo, estúpido, ¿no has oído nada de lo que dijo papá Ben?

— No sé,  esperaba tripas y sangre por todas partes... Como un concierto de Death to te Idiot. No me lo imaginaba tan... ¿bucólico?

—Porque en realidad no es así, señor Jaime —intercedió Luna—. Su cuerpo ha sido transportado a una dimensión de bolsillo para poder realizar con seguridad un proceso de renderizado que lo ha convertido en datos. El centripetón conectó entonces con el aparato más cercano, su blackberry, para producir una interfaz con la que la conciencia del usuario pudiera interactuar sin dificultad. Pero dicha interfaz bebe de las bibliotecas de datos que forman su subconsciente.

—Bonita parrafada, Luna.

Ella se sonrojó.

—Significa que tu asquerosa mente se ha proyectado dentro de tu asqueroso cuerpo en un escenario creado a partir de tu asqueroso subconsciente y que tienes que levantar tu culo de ahí y empezar a buscar el asqueroso crippler —parafraseó Sol.

Jaime se quedó un poco sorprendido y no respondió. Se limitó a volver a ponerse el casco, colgarse el escudo a la espalda, la maza a la cintura y comenzar a caminar en la dirección que más propicia le pareció.

Pero a los pocos pasos se acercó a Luna y le preguntó: —¿Es cosa mía o tu hermana está más enfadada de lo normal?

Luna se tapó la boca con la esfera y respondió: —Es que le da mucha vergüenza su nueva ropa.

—¡No es verdad! ¡Callaos!

—Esto se me va a hacer largo... —se resignó Jaime—. Y ahora resulta que yo también soy una alucinación... no os diré que no lo haya sospechado alguna vez.

Luna soltó una risita. Sol los ignoró.

—Tengo un par de preguntas —señaló Jaime—. La primera es qué hacéis aquí.

—Al parecer la señal del MANUAL DE INSTRUCCIONES alcanza esta dimensión de bolsillo. Aunque se ve modificada por las interferencias del centripetón.

—Esa es otra, lo estuve pensando durante los horribles minutos en los que me traguaba a mí mismo: ¿Doc no pudo simplemente haber desactivado el caramelito' las narices?

—De hecho lo hizo, pero debido a algún tipo de interferencia con su cuerpo, reaccionó de forma nefasta. Solo reseteándo el crippler hay alguna esperanza y para ello es preciso que lo encontremos.

Jaime se puso serio y miró a sus pies al recordar a su hermano.

—¡Hey! ¡Vosotros, mirad! —llamó su atención Sol, que iba más adelantada.

Al ver lo que señalaba, Jaime paró y lo observó estupefacto.

Notó la vibración de su blackberry y la sacó con dificultad de debajo de los faldajes de la armadura. Tenía un mensaje.

From: StarLover
k tal va tu avntura? ;)


Respondió...

To: StarLover
x aora ridiqlamnt MAL


...y siguió mirando el gran poste que había en mitad de la pradera. En él había seis leyendas que eran las siguientes:

Está usted en Praderas pectorales
↑ Cerebria✫ (100km)
→ Pulmón este (40km)
↘ Villacoraz❤n (30km)
← Pulmón oeste (40km)
↓ ☢Abdominios oscuros☢ (Aquí que nadie vaya)


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  1. Yo voy a ir publicando una serie.
  2. Esa serie irá por capítulos de alrededor de 500 palabras de extensión.
  3. Vosotros tenéis libertad para hacer sugerencias para el próximo capítulo en los comentarios, las tendré todas en cuenta, aunque me reservo qué hacer con ellas.
  4. La única excepción es la primera que reciba, que aparecerá sí o sí en el próximo capítulo. Pase lo que pase.
  5. Conste que digo «primera sugerencia» y no «primer comentario». Cosas como «para ya de escribir, que das vergüenza ajena» y otras de vuestras muestras de entusiasmo espontáneo y/o odio, no cuentan.
  6. Hay que leerlo todo con unos calzoncillos en la cabeza. Yo lo escribiré solo cuando las estrellas estén alineadas.

19/3/12

Pack to the Future! - 10

¿Ya van diez? ¿Por qué me habéis dejado?

Mientras tanto, en otro lugar...

Stela salía de casa de su padre tras haber comido con él.

—¿Estarás bien, papá?

—Sí, hija, sí.

—¿Qué vas a cenar?

—Algo pediré, creo que todavía tengo un billete de diez en la cartera.

—¿Todavía no has cobrado este mes?

—Ya tiene que estar al caer... Anda, vete ya, que me entretienes y me estropeas la vista.

Stela le sacó la lengua, se despidió con dos besos y corrió a casa de su madre. Siempre iba a todas partes corriendo, no había un instante que perder. Por eso siempre se confundía de llave al intentar abrir el portal y casi se daba de boca en las escaleras al intentar subir un inexistente peldaño de más.

—¡Mamá, ya he llegado! —anunció, cerrando la puerta.

—Vale, cielo —respondió su madre desde la cocina—. Saluda a Juan, está en el salón.

En efecto el novio de la madre de Stela estaba repantingado en el sofá, mando en mano. Stela apenas se asomó para dedicarle un «hola» que intentaba sin mucho éxito no sonar desagradable, y entonces siguió caminando hacia su habitación.

—¿Ya vas a engancharte? —le preguntó él, tampoco con demasiada simpatía.

—¿A ti qué te importa? —preguntó Stela, molesta, sin dejar de caminar por el pasillo.

Seguramente no esperaba respuesta, porque en seguida entró en su cuarto y cerró con un portazo.

Entonces su madre entró en el salón y se sentó junto a Juan.

—Trata de ser más comprensivo con ella.

—Me parece que la sacaste muy pronto del centro de día —contestó él.

—No digas eso, ha mejorado mucho.

—¿Seguro? Yo creo que sigue igual de adicta y desobediente.

—Juan, por favor...

Stela no llegó a escuchar su discusión, pues tan pronto como llegó al cuarto se puso los cascos con Death to the Idiot a todo volumen. Eran la mejor banda de música de la historia.

Prestó atención a su ordenador de dos monitores. No lo había apagado al salir, de hecho no lo había apagado en todo lo que llevaba de verano, había muchas cosas importantes descargándose en todo momento.

Miró en #Caroc y no encontró a DarkPriest, así que le mandó un SMS y se puso a leer mientras esperaba respuesta.

Mientras tanto Jaime estaba abriendo los ojos...

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18/3/12

Pack to the Future! - 9

He venido para ayudarle, señor Gutiérrez. Ahora dígame, dónde está su hermano.

Jaime le miró, incrédulo, mientras su cerebro terminaba de aceptar lo que le estaba pasando.

—Eres un perro.

Muy observador, ¿ahora podemos ocuparnos de su problema?

—¿Cómo va a ayudarme un perro?

Permita que le diga que no hallará a nadie más apropiado; yo soy el creador del crippler, me temo.

—Oh...

—¡Papá! —gritó una vocecita y apareció Luna, que corrió hacia el Doctor y le abrazó una pata.

Hola, pequeña, eres una guía muy bonita —Entonces se percató de que Sol le estaba mirando a cierta distancia—. Oh, sois dos, qué singular. Ven, ¿no quieres abrazar a papá Ben?

Sol se acercó medio a regañadientes y se hundió en el pelo del Doctor.

Sois una monada —dijo él.

—¿Podemos dejar las reuniones familiares para luego? O mejor no, sigamos con ellas, ¡quiero a mi hermano aquí ya!

Oh, sí, por supuesto —recordó Benjamin—. Vamos pues.

Entró a la cocina como si ya supiera a dónde tenía que ir y olfateó los grandes restos cristalinos de Dani.

Desde luego no tiene buena pinta —señaló con intención eufemística.

—No me toques las pelotas y dime si se puede arreglar.

Si está roto, el Doctor Benjamin puede arreglarlo... Ups, lo siento. En cualquier caso sí, hay un método que acabará con todos los problemas de raíz.

—Que es...

Bien, puede comenzar por comerse a sí mismo.

Jaime le miró como si el cadáver brutalmente asesinado de su incredulidad se estuviese pudriendo en sus ojos.

—¿Y en qué me va a ayudar eso?

Tendrá que buscar el crippler en tu interior y darle marcha atrás, así todo se reparará.

—No pienso comerme a mí mismo, a saber lo que podría pasar.

—¡No le hables así a Papá Ben! —le increpó Sol, aún agarrada al pelo de uno de sus cuartos traseros.

Tranquilizaos. No hará falta que se coma literalmente, señor Gutiérrez, pero necesitará algo que he traído.

El Doctor se acuclilló y muy despacio y con un desagradable sonido fue dejando caer sus heces en el suelo de la cocina. Jaime le miraba con la boca abierta.

—¡Perro malo! —le gritó y lo cogió del collar.

¡Espere! ¡Espere! —gritó tranquilamente el collar, que siguió hablando mientras su dueño tenía el hocico en sus propios excrementos—. No tenía otra forma de traerle lo que necesita.

Y cuando Jaime le dejó salir, entre los dientes tenía una bolsita de plástico.

Ábrala, por favor. Cómo envidio sus pulgares prensiles.

Jaime dudó, pero cogió la maloliente bolsa y la abrió. Dentro había otra de seguridad limpia y dentro de esta había un caramelo más pequeño que el crippler y con la forma de un rombo plano, como una pastilla para la tos.

—Ni hablar —se negó Jaime—, no sé lo que es, pero ya he tenido malas experiencias con tus caramelitos.

Es un centripetón, hará el trabajo sucio por usted.

—He dicho que no, debe haber una manera que no incluya exponerme a las locuras de un perro parlante.

Me temo que no, señor Gutiérrez, es la única forma de salvar a su hermano. Debería mostrar al menos un poco de respeto teniendo en cuenta que he venido hasta aquí para ayudarle en lugar de estar quejándose todo el rato de mis disposiciones para rescatar a su hermano. Si todavía quiere mi ayuda, póngaselo bajo la lengua y no trague, él hará el resto.

—Tiene razón... Disculpe.

Jaime tardó un segundo en resolver una apresurada discusión mental y se metió el centripetón en la boca. Su cuerpo se revolvió y agitó, sus mandíbulas se desencajaron y su boca se abrió tanto que cuando sus pies se elevaron del suelo y empezaron a meterse por ella cupieron holgadamente. Cuando casi todo su cuerpo había entrado y solo la parte superior de sus hombros, su cuello y su cabeza quedaban fuera, esta se volvió de dentro a fuera y se replegó sobre sí misma, desapareciendo totalmente con un destello.

Qué desagradable —señaló el Doctor cuando todo acabó, y empezó a lamerse las pelotas con paciencia.

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15/3/12

Pack to the Future! - 8

Jaime marcó el 201.91.1620.15.518.2120.218.16. Un número tan largo seguro que era caro, y todavía no se fiaba del todo de sus guías alucinógenas, pero poco más podía hacer con un hermano congelado en la cocina. Tan real parecía que le daba miedo dudar de ello.

Bien, al menos daba señal. Una vez, dos veces, tres...

Aquí Tsa Pto Erut Uhp INC., ¿en qué puedo ayudarle? —saludó una voz al otro lado de la línea. Era con toda probabilidad clasificable como 'masculina', pero sonaba mucho más distorsionada de lo que era normal para el teléfono, era como si hablase desde una radio de los años 30.

—Sí, verá —comenzó Jaime—, he recibido un paquete de su empresa. Un crippler según el manual de instrucciones.

Maravilloso, ¿lo ha probado? ¿Qué tal le va? —preguntó la voz, más animada.

—Pues mire...

¿Le ha dado algún problema?

—Sí, por eso llamo, es que...

Todos llaman por eso, pero la culpa no es del producto, el producto es bueno.

—Bueno, pero oiga, es que tengo a mi hermano ahí paralizado y me planteo si habrá alguna forma de ayudarlo o empiezo a usarlo de perchero.

Oh, un caso típico de parálisismus temporálica gerumbina. Dígame su nombre, caballero.

—Jaime Gutiérrez.

Bien, esto solo me llevará un segundo...

Exactamente un segundo después Jaime oyó un sonido estridente. Miró a su espalda y los añicos cristalinos de lo que había sido su hermano yacían esparcidos por el suelo.

—¡¿Qué ha hecho?!

¿Ocurre algo?

—Mi hermano se ha... —a Jaime le costó encontrar la palabra—, roto ¡¿Cómo ha pasado?! ¡¿Qué hago ahora?!

¿Roto? ¿Quiere decir como cristal?

—Exactamente, como una puta lámpara de araña. Ahora dígame, ¿qué coño hago?

No se altere, ¿ha tenido problemas el crippler? ¿Cosas que cambian de sitio?

Jaime suspiró.

—Sí, el manual decía que podía ser una alergia. Las cosas cambiaban cuando comía, no sé... Juraría que antes mi armario era de otro color y que tenía un sofá en vez de dos sillones...

¡Por todos los hoyos! Procure mantener la calma: no se mueva, no coma, no respire, estaré ahí en dos segundos y un cuarto.

Y colgó.

Jaime apenas tuvo tiempo de imitarlo porque dos segundos y un cuarto después sonó el timbre.

Corrió a abrir, pero no vio a nadie. Estuvo a punto de cerrar cuando notó que algo le olía la pierna. Miró abajo y vio un labrador de pelo negro como la noche.

El can se sentó educadamente y en su collar brilló una bombillita roja mientras y emitió el siguiente sonido metálico:

Buenas tardes, soy el doctor Benjamin W. Strawford. ¿Es esta la casa de Jaime Gutiérrez?

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13/3/12

Pack to the Future! - 7

Los restos de la sandía descansaban sobre la mesa junto a la mitad que aún quedaba. La cámara que Jaime había colocado en la encimera lo miraba aburrida mientras se quejaba a las dos pequeñas guías, cada vez más desesperadas.

—¿No debería estar pasando algo?

—Puede que se trate de un efecto retardado o que ya esté actuando sin que lo percibamos —explicó Luna—. Por favor, no coma más —rogó.

—Como des un bocado más te... —amenazó Sol.

—Si así están las cosas, lo mejor será esperar —afirmó Jaime ignorando a la beligerante guía.

—No, lo mejor es que llames al número de atención al cliente, capullo. En serio, podría estar pasando algo grave.

—¿De veras? —preguntó Jaime sin mucho interés.

—Sí, algo peor que lo que te dejó la cara así.

—¡Eh!

—¡Ssh! Viene alguien —dijo Luna de repente, y en efecto la puerta sonó.

—¡Ya estoy en casa! —gritó alguien desde el pasillo antes de cerrar con un portazo.

—¡Mierda, mi hermano! —exclamó Jaime al oírlo y se levantó con una celeridad encomiable para alguien que llevaba media sandía en la barriga.

Cogió a Luna y Sol de la ropa y se las escondió tras la espalda justo cuando Dani, su hermano pequeño, entraba en la cocina. Llevaba a la espalda su mochila porque venía de las clases particulares a las que se veía obligado a ir en verano y lo miraba todo inquisitivamente.

—Tienes la cocina patas arriba, tío —le reprochó a Jaime—. ¿Y para qué es la cámara?

—Déjame, son cosas mías —explicó el mayor.

Entonces se dio cuenta de lo tenso que estaba Jaime y de que tenía ambas manos a la espalda.

—¿Qué escondes? —continuó, intentando mirar por encima de su hombro.

—Nada —mintió Jaime esquivándolo.

—Dímelo —insistió Dani hasta que hartó a su hermano.

—¡Ya vale! —y le empujó para que se apartase.

Dani se quedó paralizado, literalmente, con una expresión de sorpresa. Parecía congelado en la misma posición en que Jaime lo tocó.

—Don Jaime, recuerde que él no puede vernos —le señaló Luna.

En una situación menos tensa Jaime se hubiese sentido como un idiota.

—Tú también tienes problemas con hermanos, ¿eh? —señaló Sol.

—¿Qué hago ahora? ¿Qué hago ahora? —se repetía nervioso Jaime sin dejar de mirar a su hermano paralizado.

—A mí me parece un buen momento para llamar a atención al cliente —sugirió Sol.

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9/3/12

Pack to the Future! - 6

< GA > Se lo inventa todo para llamar tu atención, StarLover.
< DP > no me lo invento, he dicho que estoy LOCO
< DP > ¿es tan complicado de entender? ¡LOCO!
< GA > Es raro que un loco lo reconozca. A lo mejor tu locura es creértelo.
< GA > O estás fingiendo para hacérte la víctima.
< GA > O quizá intentas evitar así que te deje en ridículo.
< DP > uf... sabía que tenía que haberle hablado por privado...
< GA > ¡Así que a traición! No es así como se hacen las cosas en este canal.
< GA > Por otro lado, si tu historia no atacase la verosimilitud de forma tan flagrante, en el caso hipotético de que enviasen un dispositivo capaz de manipular el tiempo a alguien, sería un desperdicio que fueras tú.
< DP > ¿eh?
< GA > Quiero decir que alguien juicioso como yo sabría darle mejor uso.
< @SL > ya estáis como siempre :\
< DP > ¿tú? ni siquiera sabrías por dónde meterte el caramelo
< GA > Luego afirmas que existe el caramelo.
< DP > creía que hablábamos hipotéticamente de mis alucinaciones
< GA > Sí, volviendo a eso, por lo que cuentas solo has tenido experiencias nefastas.
< GA > ¿Qué te hace pensar que eres un usuario adecuado de tan “maravilloso” invento?
< DP > que probablemente podría viajar hasta el día de tu nacimiento
< DP > y una vez allí darte una patada en la boca justo cuando ibas a salir del vientre de tu madre
< DP > si averiguo cómo...
< @SL > sed amables, por favor :(
< GA > Ja, ridículo.
< GA > De todas formas no existe dicho aparato, ¿estamos de acuerdo en eso?
< DP > totalmente
< DP > te recuerdo que estoy LOCO
< GA > Entonces asunto zanjado. Mi argumento era que te lo habías inventado todo y es cierto.
< GA > Yo gano.
< DP > QUE NO ME LO HE INVENTADO JODER, QUE ES COSA DE MI CABEZA
< DP > QUE ESTOY L-O-C-O, C-U-R-A-Z-Y
< GA > NO TE CONSIENTO QUE ME ESCRIBAS EN MAYÚSCULAS, MASCACHAPAS.
< DP > CÁLLATE, TODO ESTO ESTABA MEJOR ANTES DE QUE TÚ LLEGARAS
< GA > QUIZÁ MEJORE CUANDO SE CALLE USTED, SEÑOR MASCACHAPAS.
< @SL > CALLAOS LOS DOS
< @SL > ¿queréis una StarLover contenta o una StarLover FURIOSA?
< @SL > ¡contestad! ¡conmigo no funciona lo hacerse el ausente! >:(
< DP > ... contenta
< GA > Coincido con él a mi pesar.
< @SL > entonces sed buenos y zanjad esto de una vez
< GA > De acuerdo.
< GA > DarkPriest: ya que estamos discutiendo en el vacío, te propongo reunir pruebas empíricas que resuelvan el debate.
< DP > ¿qué propones?
< GA > Grábate en vídeo comiendo algo. Así sabremos si realmete viajas en el tiempo o eres solo un lunático.
< GA > Lo que no quiere decir que ambas opciones sean mutuamente excluyentes.
< DP > me jode reconocerlo, pero la idea no es mala, vamos a probar
< @SL > muy bien, así me gusta
< DP > hasta ahora, StarLover
< @SL > hasta ahora, monaguillo oscuro ;)
* DarkPriest has part from #caroc
< GA > Por amor del cielo, esto ha aparecido en mi página de inicio: http://tinyurl.com/7qkdcme.
< @SL > O___O

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  6. Hay que leerlo todo con unos calzoncillos en la cabeza. Yo lo escribiré solo cuando las estrellas estén alineadas. Jesucristo fhtagn!

5/3/12

Pack to the Future! - 5

Jaime abrió su ordenador y ejecutó su navegador. Su página de inicio era Muñeca Sexy y Perra Ávida, el dúo de hermanas calientes más famoso de la red. Debía habérsele puesto así por algo que instaló, seguramente... Pero no había tiempo para eso.

Abrió mIRaCle, su cliente de IRC, y entró en #caroc.

*Now identified as 'DarkPriest'
*Now talking in #caroc
*Topic is 'Canal de miscelánea para gente que se siente sola. Sed buenos y si alguien no te contesta, prueba a escribir su nick. | Prohibidas las avellanas.' Set by StarLover on Mon Feb 27. 11:11:11

Jaime no solía conectarse tan temprano, tenía otras cosas más importantes que hacer normalmente. No le sorprendió ver que a esa hora no había nadie excepto ChanBot y StarLover. Siempre, siempre estaban, a veces ella bromeaba con que conversaba con ChanBot cuando nadie miraba. Aunque en una segunda mirada vio que había otro usuario al que prefería no prestar demasiada atención.

< @StarLover > hey!
< DarkPriest > buenas

Jaime activó la función de acortar nicks.

< @SL > qué raro verte por aquí tan pronto
< DP > tenía que hablar con alguien
< @SL > :/
< @SL > pása algo?
< @SL > ups! *pasa
< DP > la silla de mierda de mi cuarto se ha terminado de romper y me he caído
< DP > me he dado un golpe en la cabeza y estuve un rato sin conocimiento
< @SL > :O estás bien?

—Eh, tú, idiota, déjate de ordenadores. Tienes que llamar a la central, puede que sufras otros efectos secundarios —lo imprecó Sol, recién llegada. Es lo que pasa si tienes piernas cortas.

Jaime hizo oídos sordos.

< DP > más o menos, he perdido el juicio
< DP > tengo alucinaciones, pero ahora no estoy tan seguro de que lo sean
< @SL > :?
< @SL > y eso?
< DP > me tragué una especie de caramelo que venía en un paquete que me enviaron
< DP > y entonces empecé a ver a dos chicas que dicen ser proyecciones del manual de instrucciones del caramelo y que quieren enseñarme a usarlo
< DP > y que el caramelo sirve para viajar el tiempo o modificarlo o algo así no estoy seguro
< DP > y que ahora está produciendo efectos secundarios
< @SL > efectos segundarios? :|
< @SL > *secundarios LOL
< DP > sí, cuando lo uso las cosas cambian de sitio o de forma o eso parece
< DP > me comí una hoja de lechuga y tuve una visión horrible
< DP > en serio empiezo a tener miedo
< DP > ya no sé qué hacer: si estoy loco, lo estoy de verdad
< @SL > cómo son esas chicas que dices?
< DP > pues cabrían en una mano, son idénticas salvo por el pelo y la ropa, y una de ellas no deja de gritarme e insultarme
< DP > la otra es maja
< @SL > parecen preocupadas?
< DP > un poco sí
< @SL > deberías hacerles caso
< DP > por? no crees que sean imaginaciones mías?
< @SL > no lo sé, pero lo que me estás contando suena a aventura
< @SL > si resulta ser verdad me moriré de envidia
< DP > no sé qué decirte
< GrimAequalitator > No hagas caso, StarLover, todo eso son patochadas.
< DP > esta es otra cantaleta...

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Ahí van las reglas para los despisdados:
  1. Yo voy a ir publicando una serie.
  2. Esa serie irá por capítulos de menos de 500 palabras de extensión, probablemente ronden las 300.
  3. Vosotros tenéis libertad para hacer sugerencias para el próximo capítulo en los comentarios, las tendré todas en cuenta, aunque me reservo qué hacer con ellas.
  4. La única excepción es la primera que reciba, que aparecerá sí o sí en el próximo capítulo. Pase lo que pase.
  5. Conste que digo «primera sugerencia» y no «primer comentario». Cosas como «para ya de escribir, que das vergüenza ajena» y otras de vuestras muestras de entusiasmo espontáneo y/o odio, no cuentan.
  6. Hay que leerlo todo con unos calzoncillos en la cabeza. Yo lo escribiré solo cuando las estrellas estén alineadas.
  7. Prohibido orinarse en el agua.

3/3/12

Pack to the Future! - 4

En el cielo claro brillaba el Padre Solaris, extendiendo sus rayos generosamente sobre la tierra, haciendo que todo germinase y creciese. Era feliz haciendo su trabajo, nadie sabía hacerlo mejor.

Pero muy abajo, debajo de las nubes, debajo de los picos de las montañas, debajo de la hierba, debajo del nivel del mar, debajo de la perdida Atlantis, debajo de las horribles catacumbas de Nakhwalak infestadas de ghoules, debajo del Imperio Maldito de los Hombres Topo, en las profundiades de la Tierra, un poco por encima de donde el gran jámster gira constántemente en el Núcleo, algo temblaba.

Temblaba el suelo, temblaban las paredes, temblaba el techo de la enorme caverna donde se reunían las huestes de los Enemigos. No se los conoce por otro nombre pues ellos no lo tienen para sí mismos. En la eterna oscuridad gritaban y aullaban, sus cuerpos informes y correosos se frotaban unos con otros, sus infames garras arañaban el suelo...

Sobre aquella orquesta de los infiernos se alzó Jaime. Llevaba su armadura negra, aunque bien podría haber sido de otro color en aquel lugar tenebroso. Su yelmo era alto y horrendo, le apretaba la cabeza y le hacía daño, pero al menos ya no le corría sangre por la cara. Alzó su guantelete con la forma de una innatural garra y se hizo el silencio.

—Hermanos umbríferos, se ha acabado la espera. Mañana marcharemos sobre la Superficie y nos apoderaremos de todo lo que se interponga. Llegaremos hasta el mismo Solaris y entonces os llevaré a la Tierra Prometida. ¡Lejos de este agujero en el que se nos desterró! ¡Hacia la gloria! Nahar-Tal-Sshin!

Nahar-Tal-Sshin! —repitieron los Enemigos a coro—. Nahar-Tal-Sshin!

Los ojos de Jaime brillaban como dos rubíes encendidos.

Por encima del Núcleo, por encima de Atlantis, por encima de la superficie, por encima de las nubes el Padre Solaris brillaba. Brillaba. Brillaba tanto que hizo que Jaime abriese los ojos y mirase al techo de su salón-cocina.

Estaba ahí tirado, rodeado de comida.

—¿Qué ha pasado? —preguntó a nadie en particular.

—Pues que sacaste todo esto de la nevera y te llevaste lo primero que encontraste a la boca como un estúpido —le explicó Sol (la pequeña chica-manual, no el astro), que estaba sobre su pecho—. Menos mal que esa hoja de lechuga solo te ha causado una visión.

—¿Una visión?

—¿Es que no escuchas?

—¿Una visión del futuro...?

—Depende —dijo Luna, también sobre su pecho—. Puede ser algo que pasará. Pero también que ha pasado o que está pasando. O solo una posibilidad de muchas. No podemos saberlo a ciencia cierta, cada usuario del crippler es distinto.

—Daba miedo —contestó Jaime sin dejar de mirar el techo.

—¿Pero qué has visto? —preguntó Sol; un archipiélago volcánico de preocupación se había formado repentinamente en su mar de ira y desprecio.

El chico no contestó, se puso de pie y Sol y Luna saltaron de su pecho como pudieron (y Sol no perdió la oportunidad de quejarse).

Sin percatarse de que el congelador de su nevera estaba ahora arriba y no abajo como antes, volvió a su escritorio y encendió su ordenador.

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Sugerencia de sugerencia: ¿para qué enciende el ordenador Jaime? ¿Va a pedir ayuda o pizza? ¿A buscar información? ¿Porno?

Ahí van las reglas para los despisdados:
  1. Yo voy a ir publicando una serie.
  2. Esa serie irá por capítulos de menos de 500 palabras de extensión, probablemente ronden las 300.
  3. Vosotros tenéis libertad para hacer sugerencias para el próximo capítulo en los comentarios, las tendré todas en cuenta, aunque me reservo qué hacer con ellas.
  4. La única excepción es la primera que reciba, que aparecerá sí o sí en el próximo capítulo. Pase lo que pase.
  5. Conste que digo «primera sugerencia» y no «primer comentario». Cosas como «Kha, qué bueno estás» y otras de vuestras muestras de entusiasmo espontáneo y/o odio, no cuentan.
  6. Hay que leerlo todo con unos calzoncillos en la cabeza. Yo lo escribiré solo cuando las estrellas estén alineadas.

1/3/12

Pack to the Future! - 3

Jaime espiaba desde el pasillo y miraba el interior de su habitación.

En el interior estaba Jaime, sentado en el escritorio, hablando con lo que él creía alucinaciones.

—A ver si me entero —dijo el Jaime del interior sosteniendo algo en la mano—. Ese caramelo que me he tragado por accidente no era un alucinógeno; es una especie de droga extraña que ha modificado mi cuerpo.

—Exacto, llevamos un rato explicándotelo —se exasperó Sol.

—Y entonces puedo modificar el tiempo comiendo cosas, como este pistacho.

—¡Que sí!

—¡Es ridículo!

—¡Nnng! —gruñó.

—Todo esto es una locura, seguro que me lo tomo y no pasa nada.

Se lo lanzó a la boca, masticó, tragó y desapareció. Fue como si nunca hubiese estado ahí.

El Jaime de fuera entró en la habitación.

—Espero que ahora nos creas.

Sol le miraba cada vez más furiosa, con los brazos cruzados y dando en el suelo con el pie. Parecía una imagen típica de dibujos animados.

—Qué va, es evidente que el golpe me ha afectado. Todo lo de los viajes en el tiempo es producto de mi mente contusionada.

Si las miradas matasen, el ejército hubiese comprado a Sol hace tiempo.

—Fíjate, mi memoria está fallando, esta cama antes eran literas y el armario era blanco, no marrón.

La carita de Sol pasó de la ira a la estupefacción. En la de Luna se dibujó la misma expresión.

—¿Qué ha dicho? —preguntó la segunda. La de los pantalones no consiguió decir nada.

—Pues que antes esto era una litera y...

—¡No puede ser! —exclamó Sol. Se volvió a su hermana—. ¿Crees que...?

—Quizá... —respondió ella.

Sol se inclinó rápidamente y echó mano a la esfera de Luna. Forcejearon un poco porque la condenada la tenía bien agarrada, pero por fin consiguió arrebatársela.

—¡Eh! —se lamentó la dueña—. ¡Devuélvemela!

—Espera, llorona.

Sol se acercó al borde del escritorio saliendo del MANUAL DE INSTRUCCIONES y extendió los bracitos sujetando la esfera en dirección a Jaime. El objeto emitió una luz verdosa que se reflejó de forma siniestra sobre las caras de todos los presentes.

La cara de las chicas cambió de nuevo por una nefasta confirmación, a la vez, como si les hubiera llegado en el mismo instante la noticia de que tendrían que exiliarse a un lugar donde no hubiese tele durante años.

—Pase lo que pase no comas nada, humano. Intenta no ser idiota durante un rato, ¿vale?

—¿Lo qué? ¿Qué? —se extrañó Jaime.

—El crippler parece estar funcionando mal, quizá debido a una reacción alérgica —le explicó Luna con calma—. No debería estar cambiando la realidad de esa forma, si sigue usándolo las consecuencias pueden ser graves. Por favor, llame a nuestras oficinas al...

—Venga ya, que todo esto es cosa mía. Seguro que si ahora mismo voy a la nevera y me doy un atracón no pasa nada.

—¡No, gilipollas!

—¡Pare por favor!

Mientras Jaime iba al comedor las dos pequeñas mujercitas saltaron del escritorio y le persiguieron al galope.

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Ahí van las reglas para los despisdados:
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  3. Vosotros tenéis libertad para hacer sugerencias para el próximo capítulo en los comentarios, las tendré todas en cuenta, aunque me reservo qué hacer con ellas.
  4. La única excepción es la primera que reciba, que aparecerá sí o sí en el próximo capítulo. Pase lo que pase.
  5. Conste que digo «primera sugerencia» y no «primer comentario». Cosas como «Kha, qué bueno estás» y otras de vuestras muestras de entusiasmo espontáneo y/o odio, no cuentan.
  6. Hay que leerlo todo con unos calzoncillos en la cabeza. Yo lo escribiré solo cuando las estrellas estén alineadas.