15/3/12

Pack to the Future! - 8

Jaime marcó el 201.91.1620.15.518.2120.218.16. Un número tan largo seguro que era caro, y todavía no se fiaba del todo de sus guías alucinógenas, pero poco más podía hacer con un hermano congelado en la cocina. Tan real parecía que le daba miedo dudar de ello.

Bien, al menos daba señal. Una vez, dos veces, tres...

Aquí Tsa Pto Erut Uhp INC., ¿en qué puedo ayudarle? —saludó una voz al otro lado de la línea. Era con toda probabilidad clasificable como 'masculina', pero sonaba mucho más distorsionada de lo que era normal para el teléfono, era como si hablase desde una radio de los años 30.

—Sí, verá —comenzó Jaime—, he recibido un paquete de su empresa. Un crippler según el manual de instrucciones.

Maravilloso, ¿lo ha probado? ¿Qué tal le va? —preguntó la voz, más animada.

—Pues mire...

¿Le ha dado algún problema?

—Sí, por eso llamo, es que...

Todos llaman por eso, pero la culpa no es del producto, el producto es bueno.

—Bueno, pero oiga, es que tengo a mi hermano ahí paralizado y me planteo si habrá alguna forma de ayudarlo o empiezo a usarlo de perchero.

Oh, un caso típico de parálisismus temporálica gerumbina. Dígame su nombre, caballero.

—Jaime Gutiérrez.

Bien, esto solo me llevará un segundo...

Exactamente un segundo después Jaime oyó un sonido estridente. Miró a su espalda y los añicos cristalinos de lo que había sido su hermano yacían esparcidos por el suelo.

—¡¿Qué ha hecho?!

¿Ocurre algo?

—Mi hermano se ha... —a Jaime le costó encontrar la palabra—, roto ¡¿Cómo ha pasado?! ¡¿Qué hago ahora?!

¿Roto? ¿Quiere decir como cristal?

—Exactamente, como una puta lámpara de araña. Ahora dígame, ¿qué coño hago?

No se altere, ¿ha tenido problemas el crippler? ¿Cosas que cambian de sitio?

Jaime suspiró.

—Sí, el manual decía que podía ser una alergia. Las cosas cambiaban cuando comía, no sé... Juraría que antes mi armario era de otro color y que tenía un sofá en vez de dos sillones...

¡Por todos los hoyos! Procure mantener la calma: no se mueva, no coma, no respire, estaré ahí en dos segundos y un cuarto.

Y colgó.

Jaime apenas tuvo tiempo de imitarlo porque dos segundos y un cuarto después sonó el timbre.

Corrió a abrir, pero no vio a nadie. Estuvo a punto de cerrar cuando notó que algo le olía la pierna. Miró abajo y vio un labrador de pelo negro como la noche.

El can se sentó educadamente y en su collar brilló una bombillita roja mientras y emitió el siguiente sonido metálico:

Buenas tardes, soy el doctor Benjamin W. Strawford. ¿Es esta la casa de Jaime Gutiérrez?

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Ahí van las reglas para los despisdados:
  1. Yo voy a ir publicando una serie.
  2. Esa serie irá por capítulos de alrededor de 500 palabras de extensión.
  3. Vosotros tenéis libertad para hacer sugerencias para el próximo capítulo en los comentarios, las tendré todas en cuenta, aunque me reservo qué hacer con ellas.
  4. La única excepción es la primera que reciba, que aparecerá sí o sí en el próximo capítulo. Pase lo que pase.
  5. Conste que digo «primera sugerencia» y no «primer comentario». Cosas como «para ya de escribir, que das vergüenza ajena» y otras de vuestras muestras de entusiasmo espontáneo y/o odio, no cuentan.
  6. Hay que leerlo todo con unos calzoncillos en la cabeza. Yo lo escribiré solo cuando las estrellas estén alineadas.

2 comentarios :

  1. quiero que el perro se haga popo en una esquina y que jaime se empeñe en educarlo restregandole la mierda por el morro

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    Respuestas
    1. Te gusta ponérmelo difícil, ¿eh?

      Se hará como mandas. xD

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