17/10/08

LAZ HABENTÚRAZ DE GHRAFF "KOMO-ME-YAMEZ-KWATRO-OHOZ-TE-MATO" HEL VÁRVARO Cap. 1

Ésta es la leyenda de Ghraff "como-me-llames-cuatro-ojos-te-mato" el bárbaro; que yo pongo por escrito por mi propia vol... ¿Te importa apartar ese chisme? Me lo estás clavando mucho en la espalda. Gracias... voluntad sin nadie que me tenga a punta de espada ni nada por el estilo.
Alguien corría por el camino de noche. Era un camino bastante decente, no tenía asfalto pero lo habían empedrado con maña, tenía pocas curvas pero un poco de pendiente y recorría el trecho desde...
¿Qué? ¡Ah, vale! Bien, en vista de que al lector le importa medio comino el camino (o medio camino el comino) vamos al "alguien". El "alguien" que corría por el camino se podría haber descrito como chica pero el término se nos hubiera quedado corto; la forma exacta de describirla era chica gato zombie de buenas tetas. Pues bien la susodicha chica gato zombie de buenas tetas corría como alma que se lleva un tipo con pijama rojo, bigotito raro, cuernos y un tenedor gigante porque, en efecto, la perseguía otro "alguien" u otro "algo" aunque no el susodicho tipo del pijama (de momento).
Corría por el camino (la insistencia es buena), no sabía a dónde iba, simplemente iba a alguna parte, lo único que importaba era que fuera lo más lejos posible y lo más rápido posible. Las piernas le dolían después de la carrera y apenas las sentía por lo que decidieron tomarse unos minutos sabáticos que su dueña aprovechó para ir de boca al suelo.
ー¡Mwahahahaha!
(risa malévola) ーrió alguien entre la oscuridadー. ¡Ya eres mía!
La chica se volvió y vio, recortada contra la noche, una figura cuadrada sobre un montículo de piedra. Y se preguntó:
¿de dónde demonios ha salido ese montículo?.
ー¡Serás una concubina más de nuestro señor Çhor·rhañh! ¡Mwahahahahahaha!
(más risa malévola) ーexclamó la figura cuadrada desde su montículo.
ー¡Jamás, maldito tablón apolillado! ーle gritó la chica gato zombie de buenas tetas.
ー¡¿Qué?! ーinquirió la cosa cuadradaー ¡Yo te enseñaré modales! ¡¿Cómo te atreves a decirle eso a Doorman, caballero de las huestes de Çhor·rhañh?!
La cosa cuadrada dio un paso al frente revelando ser en realidad una puerta (con marco y todo) con una cara rudimentaria en la hoja y dos piernas y dos brazos bastante mal hechos. Tenía cara de pocos amigos y de que los pocos que tenía harían bien en mantenerse a cierta distancia. Flexionó sus dos piernas hechas, al parecer, con dos palos blancos y unas cosas elípticas que pretendían ser pies para saltar sobre la pobre chica gato zombie de buenas tetas cuando de pronto una voz a su espalda le detuvo.
ー¡Cobarde! ¡Mira que atacar a chicas ind
eee(un gallo)fensas!
Doorman y la chica gato zombie de buenas tetas se volvieron hacia el lugar del que provenía la voz y lo vieron. Vieron un montículo más alto que el de Doorman y con el mismo origen desconocido y sobre él... Sobre él... Estaba Ghraff. Y la gente dirá
¿quién es Ghraff? ¿el colga'o del título? y yo, el narrador, responderé sí, el colga'o del título. Pero mejor lo describimos un poco; Ghraff consistía en un montón de pellejo pegados a unos huesos especialmente raquíticos que no pasaría del metro sesenta (además las gafas culovaso y el ir peinado a la moda de Bill Gates remataban la faena), por lo demás vestía un taparrabos sencillo a la última moda y portaba a su espalda un hacha fabricada con material de oficina (lápices, tijeras, grapas... (es que hay que explicarlo todo)).
ー¿Quién cojones...? ーempezó Doorman.
ー¡Mi nombre es Ghraff "
como-me-llames-cuatro-ojos-te-mato" el bárbaro! ¡Y soy el tipo que va a arrancarte de tus gozones! ーcortó Ghraff posiblemente respondiendo a su pregunta.
Doorman no respondió nada más coherente que un "Aaaaah" mientras se lanzaba, furioso sobre Ghraff. Éste hizo un amago de salto para encontrarse en el aire con él pero perdió el pie y se cayó del montículo; esto conllevó que Doorman describiera su arco asesino sin asesinar a nada y estrellándose contra el montículo.
ーEs rápido ーobservó con la voz entrecortada mientras Ghraff seguía abajo frotándose la cabezaー. ¡Pero yo más! ¡Ataque portazo!
Gritndo esto, abrió la puerta apoyándola en las inexistentes bisagras de uno de los laterales y se lanzó sobre Ghraff para aplastarle la cabeza. Pero éste supo reaccionar a tiempo y rodó haciendo que Doorman se estrellara contra el suelo.
ー¡Cinco céntimos! ーexclamó Ghraff que había rodado para recoger la moneda no por otra cosa.
Doorman se puso en pie, escupió un poco de tierra y le gritó:
ー¡No vas a humillarme haciendo como que me ignoras! ーalzó el dedo señalando a Ghraff que admiraba, ilusionado, su moneda nuevaー ¡Ahora verás! ¡Ataque gillotina!
Las bisagras inexistentes de Doorman dejaron de hacer su función para transformarle en una puerta corrediza. La hoja de Doorman iba de derecha a izquierda del marco convirtiéndolo en una especie de máquina de bocatas.
ー¡Te voy a convertir en rabioli! ーgritó Doorman lanzándose sobre Ghraff.
El bárbaro consiguió quitarse a tiempo del camino de Doorman y empezó a correr con la puerta asesina pisándole los talones.
ー¿Te has creído que esto es un maldito combate pokémon? ーle preguntó Ghraff a la carreraー. ¿Qué es eso de
ataque portazo y ataque gillotina?
ー¡Calla y estate quieto mientras te hago rodajas!
En ese momento Ghraff se dio la vuelta al tiempo que desenfundaba su hacha bábara fabricada con material de oficina y la introdujo entre la hoja y el marco de la puerta atascando a Doorman.
ー¡¿Eh?! ーse extrañó Doorman.
Por desgracia la puerta apenas se enteró de lo que estaba pasando tuvo también que asimilar que un bárbaro de metro sesenta la estaba haciendo girar sobre su cabezas valiéndose de un hacha. Y un par de segundos después también debió comprender que un uso práctico y efectivo de la fuerza centrífuga había logrado que volara varios metros y se estrellara a lo bestia contra su propio montículo.
Ghraff esperó... Silencio...
¿Habría muerto Doorm...? Ah, no, si se está levantando. Falsa alarma. En efecto, Doorman había salido de su montículo con cara de ningún amigo y unos ojos sedientos de sangre y red bull.
ーMaldito. Niñato ーmaldijo respirando con dificultad por la rabiaー. Yo. Te. ¡Enseñaré! ¡Técnica asesina, ataque de la puerta giratoria!
Como su nombre indicaba la
técnica asesina de Doorman consistía en empezar a girar sobre su propio eje como las puertas de los hoteles caros y lanzarse sobre el desgraciado enemigo para convertirlo en fosfatina. Claro que, como el desgraciado enemigo de turno es el prota de esta historia, posiblemente no se haga mucha pupa.
Pero volviendo a lo que nos ocupa; Doorman se lanzó de cabeza (literalmente) sobre Ghraff que, en lugar de apartarse como una persona normalmente sana, interpuso su hacha "bárbara" en el camino de Doorman. Durante unos segundos que duraron minutos hacha y marco se enfrentaron en una lluvia de chispas hasta que Ghraff no pudo aguantar más y hubo de retirar su hacha, cosa que aprovechó Doorman para ponerse en posición vertical y usar la rotación para cruzarle la cara repetidas veces. Y, una vez hecho esto, atrapó a Ghraff en los giros y empezó a darle a conocer el movimiento de rotación en primera persona.
Por ventura o desventura la fuerza centrífuga pronto liberó a Ghraff de tan incómoda situcación haciendo que saliera disparado del interior de Doorman, en este caso a la puerta le había dado tiempo de ponerse horizontal para que saliera disparado hacia arriba.
Bárbaro y hacha volaron por separado y, fieles a la la física empirista, empezaron a experimentar la fuerza de gravedad. Ghraff cayó de espaldas demasiado mareado como para hacer nada y Doorman aprovechó la situación para colocarse bajo él y, justo en el momento crítico, lanzar una patada hacia arriba que casi le parte la espalda en dos al pobre bárbaro y le hizo escupir sangre como la que sólo los buenos dibujantes de anime saben sacar. Doorman le tiró al suelo como un saco viejo, preparado para asestar el golpe final.
Se acercó a Ghraff que yacía en el suelo, separó su hoja en dos mitades mediante dos juegos de bisagras inexistentes y las usó para cogerle la cabeza entre ellas y empezar a apretar. Ghraff intentaba separarlas sin éxito.
ー¡Voy a disfrutar viendo cómo te revientan los sesos y te salen por los ojos!
(frase de malo estándar) ーle decía mientras apretaba las puertas más y más.
Y, en el punto crítico, cuando al pobre Ghraff estaba a punto de salirle fosfatina de las orejas... La chica gato zombie de buenas tetas se acercó por detrás a Doorman y le arreó con un palo dejándolo seco (a Doorman, no al palo... (aunque haya poca diferencia)). La puerta aflojó la presa y Ghraff consiguió ponerse en pie.
ーAhora verás, arbolito peleón ーdijo limpiándose la sangre de la bocaー. Apártate de aquí, chica
(frase de héroe estándar).
Ghraff se puso de pie junto a Doorman, extendió los brazos a los lados y mientras su cuerpo se iluminaba gritó:
ー¡Banyufu número uno! ¡Juzgado del destino!
Al decir esto todo lo que rodeaba a Doorman desapareció quedando sumido en una negrura absoluta en la que despertó, confundido y con una migraña que mandaba cojones. No obstante de pronto, se oyó el sonido de un foco al encenderse y una luz cayó sobre Doorman; a lo lejos se oyó la voz de Ghraff:
ー¡En pie! ¡Preside el honorable Juez Ghraff!
La luz llenó por completo el sitio y Doorman se encontró en una sala de juicios llena de Ghraffs, el juez, el fiscal, el jurado, el público, el alguacil y hasta su propio abogado eran Ghraffs.
ー¿De qué se le acusa? ーpreguntó el juez.
ーDe ser gilipollas e intentar zurrarnos ーleyó el fiscal.
ー¿Cómo se declara? ーvolvió a preguntar el juez.
Su abogado defensor le tapó la boca y dijo:
ーCulpable, señoría, solicitamos la pena máxima.
ー¡¿Mmmph?! ーconsiguió decir Doorman.
ー¿Cuál es el veredicto del jurado? ーpreguntó el juez.
Todos los miembros del jurado dijeron al unísono:
ーCondemanos al acusado a la peor condena que se le puede someter a una puerta: servir para salvarle la vida a Leonardo DiCaprio... Por toda la eternidad.
Todo el público irrumpió en vitores.
ーPero, pero... ーintentó decir Doorman.
ーNo hay peros que valgan ーrespondió el juez dejando caer su mazo.
Cuando éste chocó todo se volvió oscuro de nuevo y la puerta se encontró sola. De pronto, de entre las sombras surgió un rubiales que le dijo:
ーEncantado de trabajar con usted.
A lo que Doorman respondió:
¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
Ya, fuera del banyufu de Ghraff Doorman se retorcía en el suelo mientras babeaba y el bárbaro lo miraba con cara de satisfacción.
La chica gato zombie con buenas tetas se acercó a Ghraff y le dijo, tímida:
ーGracias por ayudarme, me llamo Sussie.
ーNo tienes que darme las gracias ーdijo Ghraff mirando al horizonte, serioー, basta con que me enseñes las tits.
Fin ( o Y o )

1 comentario :

  1. Como te motivas... casi me tienes hasta mañana leyendo esto ¬¬ xDDD!

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